Poeta argentina que nasceu na Suíça italiana em 1892 e faleceu em 1938 numa praia de Mar del Plata que agora leva o seu nome. Alfonsina passa sua infância entre as cidades de San Juan e Rosario, na Argentina. Por volta dos 20 anos vai morar em Buenos Aires onde passa a freqüentar os círculos literários e publica seus primeiros livros. Com uma poesia bastante marcada pela melancolia e por uma apaixonada e conflitiva relação com o amor, Alfonsina também escreveu para teatro.
Alfonsina passou parte da sua vida viajando pelo mundo apresentando seu trabalho e participando de encontros com outros escritores, entre eles Pirandello, Marinetti e García Lorca. Em 1935 adoece e seu estado de ânimo se agrava quando seu colega e também escritor Horacio Quiroga se suicida. Alguns anos depois, é Alfonsina quem numa madrugada de outubro de 1938 decide entrar no mar...
CONFIRA AGORA ALGO DA POESIA DE ALFONSINA:
Dos palabras
Esta noche al oído me has dicho dos palabras
Comunes. Dos palabras cansadas
De ser dichas. Palabras
Que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces, que la luna que andaba
Filtrando entre las ramas
Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
Moverme para hecharla.
Tan dulces y tan bellas
Que nerviosos mis dedos,
Se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh!, mis dedos quisieran
Cortar estrellas.
El divino amor
Te ando buscando, amor que nunca llegas,
Te ando buscando, amor que te mezquinas,
Me aguzo por saber si me adivinas,
Me doblo por saber si te me entregas.
Las tempestades mías, andariegas,
Se han aquietado sobre un haz de espinas;
Sangran mis carnes gotas purpurinas
Porque al salvarte, oh niño, te me niegas.
Mira que estoy de pie sobre los leños,
Que a veces basta unos pocos sueños
Para encender la llama que me pierde.
Sálvame, amor, y con tus manos puras
trueca este fuego en límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.
Frente al mar
Oh mar, enorme mar, corazón fiero
De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy mas blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero
Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.
Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres
Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y equivoca
Pequeña vida que dolor provoca,
Que pueda libretarme de su peso.
Yo en el fondo del mar
En el fondo del mar
hay una casa
de cristal.
A una avenida
de madréporas,
da.
Un gran pez de oro,
a las cinco,
me viene a saludar.
Me trae
un rojo ramo
de flores de coral.
Duermo en una cama
un poco más azul
que el mar.
Voy a dormir
Dientes de flores, cofia de rocío,
Manos de hierbas, tú, nodriza fina,
Tenme prestas las sábanas terrosas
Y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
Una constelación; la que te guste;
todas son buenas: bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
Te acuna un pie celeste desde arriba
Y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si el llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...
sexta-feira, 28 de março de 2008
alfonsina storni
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